A los que se portan bien

La mirada curva

En nuestro último encuentro dábamos comienzo a una nueva etapa. Decíamos que queríamos cambiar el mundo, huir del aburrimiento y la domesticación; esa domesticación que nos convierte en fieles creyentes.

Pero, ¿a cuántos les va bien cuando a la economía le va bien? ¿A cuántos desarrolla el desarrollo? Eduardo Galeano se lo preguntaba en "El libro de los abrazos", y decía que en nuestras tierras, "los numeritos tienen mejor suerte que las personas".

En estos "tiempos recios", la realidad se mezcla la ficción; y hoy día es difícil distinguir una de otra. Si ya nos decían que rezáramos a la virgen para que bajara el paro, ahora nos piden paciencia: Santa Teresa de Jesús intercede ante dios para que salgamos de la crisis.

Lo dicen ellos; los defensores del sistema; el mismo sistema que "con una mano roba lo que con la otra presta". Y lo acatamos nosotros, sus víctimas; quienes cuanto más pagamos, más debemos. Cuanto más recibimos, menos tenemos. Cuanto más vendemos, menos cobramos. Ese es el "mapamundi" que pintaba Galeano; un mapamundi dominado por "los banqueros de la gran banquería del mundo, que practican el terrorismo del dinero", mientras aplauden el espectáculo.

Porque la vida es un espectáculo. Y "a los que se portan bien, el sistema les promete un cómodo asiento".

Nuestro gobierno les ha prometido a los que se portan bien una bajada del IVA, para que puedan adquirir obras de arte a precios más bajos... ¿Será porque se acerca ARCO? Mientras unos blanquean su dinero, otros no tienen con qué oscurecer los blancos huecos de su despensa.

"Fuera de la pantalla, el mundo es una sombra indigna de confianza". Gritaríamos por ser rescatados, pero rescatados de todos los fracasos, de la tiranía del tiempo. Como canta Ismael Serrano, "habrá que someter a referéndum las cartas de los bancos, la tristeza" (...).