5 de noviembre de 2011

Ev(in)olución (primera parte)


Otro Estación en Curva especial. Si en el anterior programa nos intercambiamos los papeles, la tarde del sábado 05 de noviembre se hizo más larga de lo habitual para nuestra alegría. En mi sección, PECATA MINUTA, dos propuestas musicales que están dando mucho que hablar y una literaria que no podemos obviar.


Quinto álbum de Coldplay, Mylo Xyloto
Mylo Xyloto, quinto álbum de los británicos Coldplay, el trabajo más polémico de la banda, ha generado altas dosis de desconfianza desde su publicación. Los giros musicales de este cuarteto comienzan a no ser bien recibidos o asimilados. Creo que para entender no sólo el presente de la banda sino el porqué de esa desconfianza, hay que viajar al origen de Coldplay, esa particular trilogía sobre el mundo pop compuesta por Parachutes (2000), principio épico que les valió una nominación al Mercury Prize, A Rush of Blood to the Head (2002) y X & Y (2005). 


Coldplay


Tras esta tríada memorable llegamos a la publicación de su próximo álbum de estudio, Viva la Vida or Death and All His Friends (2008), responsable del presente de Coldplay ya que es en la canción número cinco del álbum, la deliciosa “Lovers in Japan”, donde Mylo Xyloto fue fecundado. Además, es en este cuarto álbum cuando la banda decide realizar su primer giro estilístico y distanciarse de ese espacio sonoro que edificó gracias a la tríada mencionada, espacio en el que la emoción y la voz de Chris Martin tenían un lugar destacado. La banda justificó el distanciamiento de ese sonido -y por lo tanto de su principal productor Ken Nelson (Snow Patrol, Howling Bells, The Charlatans)- por la necesidad de evolucionar como grupo. Con este cuarto trabajo, la banda liderada por Martin no sólo incorporó nuevas texturas musicales, un claro coqueteo con los sintetizadores, sino que incorporó a Brian Eno y Marcus Dravs a su equipo de productores habituales, ambos más cercanos a la poética de la electrónica que a la del pop. 

Portada de Mylo Xyloto


Y de esta guisa, llegamos a Mylo Xyloto, un trabajo de subidas y bajadas, los dos primeros singles son buen ejemplo de ello; “Every teardrop is a waterfall”, de corte comercial, y deficiente, mientras que “Paradise” regresa a ese sonido familiar con vocación de evolución. El resto del álbum se debate entre estos dos perfiles, canciones que dan un paso adelante en esa alianza con la electrónica –no debemos olvidar que Brian Eno se ha encargado de los arreglos del tracklist-, y canciones que no terminan de encajar en la historia reciente del grupo, siquiera en el repertorio de Mylo Xyloto, me refiero a la ya citada “Every teardrop is a waterfall”, “US against the world” y la canción interpretada junto con la cantante Rihanna, el tercer single, “Princess of China”. Mylo Xyloto no es un trabajo que esté a la altura de Coldplay, sin embargo, sí es ese álbum tránsito que toda banda precisa para encontrar el siguiente estadio desde el que poder desarrollar toda su creatividad. 






Cabeza de León, de Jero Romero
Cabeza de León ha sido producido por Jero Romero y el gran Charlie Bautista, y financiado íntegramente a través del Crowdfunding. Está disponible en la página Web del artista.


Cabeza de León, de Jero Romero

Hay momentos que se nos antojan irrepetibles, incluso trascendentales. Momentos que se transforman en recuerdos, en esa amalgama que llamamos memoria y que nos construye y auxilia cuando parece que todo se desvanece. Cabeza de León (2011), álbum debut de Jero Romero, el que fuera la voz de ese grupo que forma parte de la memoria musical de nuestro país, The Sunday Drivers, tiene mucho de conciliador, del que ha observado con calma y silencio, del que ha sabido recuperar fronteras y aparecer en el momento adecuado. Porque en Cabeza de León Jero nos ha regalado doce formas de ser y estar con uno mismo, con lo que acontece o lo que nos ha tocado vivir; doce canciones de corte intimista, doce melodías que se apoyan en la voz como motor de la emoción y en letras tan rotundas como cotidianas.

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