¿Dónde? Lisboa, ciudad fotogénica, decadente, con su aspecto exótico del desorden, de lo que se derrumba; lo que la hace encantadora. Un todo exótico y curioso para nosotros, pero también un verdadero problema urbanístico. Lisboa sufre un doble problema: una fuerte despoblación del centro en los
últimos años, y el abandono de miles de edificios antiguos que se quedan condenados, sin reformar, inhabitables.
Los graffiteros lisboetas ya se apropiaron de estas paredes sin dueño con la inteligencia que los caracteriza: collages, mucho texto y poesía, planteamientos políticos, graffitis de azulejos que completan los que faltan, eligiendo siempre lugares originales y pertinentes… Siempre me ha fascinado la creatividad y la capacidad de poseer la ciudad de aquellos artistas urbanos.
Cada vez que vuelvo allí, mis fotografías se orientan hacia sus paredes. Y esta vez aún más. La Cámara municipal de Lisboa y un colectivo de artistas internacionales encontraron un medio para legitimar las formas de arte y poesía urbana, y colmar el vacio creado por estos edificios abandonados: el proyecto Crono.
Crono resulta de una reflexión sobre nuestra capacidad de abolir las distancias, el espacio, y de nuestra incapacidad a controlar el tiempo; tiempo que hace que la ciudad se caiga, que estos edificios se queden vacíos y sin utilidad. La iniciativa consiste en pintar las fachadas, aprovechando todo su espacio, todas sus plantas. En cada estación del año, se pintarán otras fachadas, dejando expresarse la imaginación de artistas como los famosos brasileños Os Gêmeos, el italiano Blu o el español SAM3.
Realizan sus obras en zonas no turísticas de Lisboa, como los edificios de la avenida Fontes P. de Melo, entre Marquês de Pombal y Saldanha, donde la decadencia no tiene ningún encanto para nadie.
Las gigantescas pinturas de esta primera entrega de Crono tienen un punto de maravilla, de curiosidad, de utilidad (aunque sea sólo visual y temporal). Es algo provisional, porque no se trata aquí sólo de poner una pintura bonita y esperar. Este colectivo de artistas espera también un día poder limpiar estos enormes graffitis, abrir las ventanas condenadas para que estos edificios sean rehabilitados, esperando que sea de una forma justa, respetuosa del entorno urbano y de sus habitantes.
Y la fotografía, ¿qué pinta en esto? El graffiti es, en esencia, una forma de arte provisional. La cámara es aquí el instrumento de memoria, sirve para fijar las obras, para hacer que no las olvidemos, y sobre todo, que no olvidemos su mensaje...
Foto: Pintura de SAM3, proyecto Crono.
2 comentarios:
¡Julie!
Cada vez oigo más hablar de Os Gêmeos, gracias por descubrírmelos. ¡Me encantan!
¡Un beso para Rafa y para ti!
Hola Susana!
Me gustan mucho Os Gêmeos, una amigo mio que trabaja sobre los signos en los grafitis se fue a São Paulo a investigar y los descubrió allí. Cuando volvió comparto su descubrimiento y desde entonces me enamoré de lo que hacen. Cuando nos fuimos a Lisboa y que me enteré que habían una obra suya y ademas con estas proporciones no pude evitar de ir a verla y es impresionante!
Así que, ya sabes para tus próximos viajes :)
Fue un placer tenerte en el programa, espero que volverás a comentarnos tus experiencias!
Un beso!
Julie
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